1. Praga.
Praga es una ciudad de payasos y prostitutas. Tan poblada de ambas cosas como el Vaticano lo está de locos. Andrés lo ha dicho y es cierto. Él nunca miente.
Praga es una ciudad de payasos y prostitutas. Tan poblada de ambas cosas como el Vaticano lo está de locos. Andrés lo ha dicho y es cierto. Él nunca miente.
Andrés vivió en Praga, la conoce bien. Sabe que sus calles están llenas de payasos y prostitutas. Los primeros planean derribar las casas y los castillos y construir carpas de circo. Para hacerlo deben tener mayoría en el congreso, pero no la tienen y es imposible que en Praga una prostituta cambie de partido. El Partido Popular de las Prostitutas de Praga y el Partido Popular de los Payasos de Praga, increíblemente, tenían las mismas siglas: PPPP, lo que generó una terrible confusión y una batalla feroz entre ambos bandos. Como las prostitutas de Praga tenían la mayoría en el congreso se quedaron con el PPPP.
Andrés me contó que las prostitutas de Praga son hermosas y pervertidas y que conocen las artes amatorias mejor que las otras prostitutas de Europa y demás continentes. Eso contribuye a su popularidad. Ellas entienden las necesidades del pueblo de Praga y saben que allí el orgasmo priva sobre la risa.
La Ciudad del Vaticano, a su vez, está llena de locos. Le pregunté a Andrés cómo puede mantenerse en pie una ciudad repleta de locos, cómo sobrevive una ciudad gobernada por insanos.
Me contestó que él casi no habla de política, pero que seguramente el Vaticano, la ciudad llena de locos, sea un gran manicomio.
2. Charla de Catedráticos.
—Predecir el futuro es una labor ardua, como lo es amar sin ser amado, caminar cansado o leer a Tolstói a media noche.
—La noche no fue hecha para leer a Tolstói—Intervino el catedrático Reus—, tampoco la luna o el chocolate.
—El día, en cambio, ama a Tolstói. Es como si Dios en su infinita sabiduría hubiera creado el sol y la mañana para Tolstói y para los que leen sus obras.
—Predecir el futuro es una labor ardua, como lo es amar sin ser amado, caminar cansado o leer a Tolstói a media noche.
—La noche no fue hecha para leer a Tolstói—Intervino el catedrático Reus—, tampoco la luna o el chocolate.
—El día, en cambio, ama a Tolstói. Es como si Dios en su infinita sabiduría hubiera creado el sol y la mañana para Tolstói y para los que leen sus obras.
—Tolstói, en ese caso, vendría a ser su hijo predilecto; su niño consentido, un bebito malcriado al que se la dado el sol, el rocío, la brisa matutina, la mañana entera.
Todo.
—Siento envidia —dijo un catedrático.
—Siente envidia —dijo un catedrático acusón
—Sentimos envidia —dijeron todos los catedráticos con sinceridad.
— No cabe duda: Predecir el futuro es una labor ardua, como lo es amar sin ser amado, caminar cansado o leer a Tolstói.
3. Última clase de la maestra La Fayette de 5to grado.
3. Última clase de la maestra La Fayette de 5to grado.
Investiguen la diferencia entre lo posible y lo probable, estudien todo lo referente al pasado y al presente, analicen todas las posibilidades que les depara el futuro incierto y hagan un ensayo con una extensión no menor de cuatrocientas cincuenta mil páginas cúbicas o de 98 kg., ni un metro más ni un litro menos.
Cuando mañana llegue será hoy y luego ayer. Cuando mañana llegue y sea hoy y luego ayer, probablemente mueran, por eso necesito que entreguen el ensayo rápido. Quizás ustedes hayan muerto ayer, que es una maravillosa consecuencia de mañana y de hoy. Si es así, hagan caso omiso y disfruten las vacaciones: Nada de esto importa.
4. De 2006 recuerdo ...
4. De 2006 recuerdo ...
de dos mil seis recuerdo
dedosmilseisrecuerdo
una fiesta
donde aquélla muchacha
(Vanessa)
me dijo susurrando
al oído
«Si»