jueves, 31 de diciembre de 2009

Final del año

Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
que convoca un lapso que muere y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.
La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.

Jorge Luis Borges.

6 comentarios:

Gonzalo Penas dijo...

Muy bueno! Lindo escrito borgeano para terminar el año...
Saludos!
Gonzalo...

Anónimo dijo...

Me encantó el e-mail :)

Un beso y feliz año!!!!

Romina dijo...

Primero: QUE GRAN TIPO BORGES!!!
Segundo: Feliz año nuevoooooo

abrazo

algo para mostrar dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
algo para mostrar dijo...

Borges, Gran Borges! Feliz año Franklin.

c. jóven dijo...

Jamás te quejes de ninguna herida. Si fracasas no llores, adelante! no seas pigmeo, sé un gigante que avanza mas y mas en su embestida.

Con todo mi amor y eterna admiración